Este pasado sábado M14 tuvo su segundo encuentro con clubs amigos para recargar las pilas.
El encuentro fue en el campo de rugby del Liceo Francés y nos sentimos como en casa.
Los invitados fuimos el Club de Rugby Majadahonda y nosotros, XV Hortaleza Rugby club.
El sol y las ganas de deporte pronto hicieron de la jornada un día lleno de reencuentros y amigos entre clubes. Saludos, sonrisas y nerviosismo entre los jóvenes de SUB 14. Muchos se conocen desde los 4 años y ya son muchos partidos y encuentros juntos.
Nuestra añada de 2008, entró al campo unidos y con ganas de defender sus colores. El primer partido se jugó contra el Liceo y fue intenso, muy igualado en su juego y muy concentrados. Ambos equipos demostraron tesón, determinación y buena defensa. En su segundo partido junto con el Majadahonda la adrenalina ya fluía y las buenas jugadas daban sus frutos. Perder el balón en más de una ocasión costó aprender a comunicarse más y confiar en la línea. Esta añada va a disfrutar de un año brutal de choques, juego abierto y preparación física para seguir fortaleciendo su equipo, aprender a ser la sombra en el apoyo a un compañero y asumir que mayores riesgos requieren mejor protección.
La añada 2009 se estrenó con carreras a campo completo, con sus primeras melés, tiros a palos y touch con contraseña y mucha intención táctica. Sudaron la camiseta, además de por calor, porque pasaron momentos de apuro y deben fortalecer aún muchas acciones y actitud de escucha. Sus compañeros adversarios de juego mostraron sus fortalezas en recolocación, abrir línea, fuertes en carrera y actitud resiliente. Los tres equipos son grandes dentro y fuera.
Los entrenadores a pie de campo, tomando nota de cada mejora y de cada acierto. Orgullosos, exigentes y cariñosos con los jóvenes rugbiers, les acompañaron y guiaron para que los errores se entendiesen; las frustraciones se resolviesen y disfrutasen de una jornada donde ser invitados en un campo amigo es una suerte.
Pronto comenzarán las jornadas de competición de la Federación Madrileña y con ello el pistoletazo de salida a un año de rugby sano y muchos terceros tiempos