Nuestra concentración en los vestuarios se centró en la preparación de la Haka inicial, en recordar que Fabio, nuestro entrenador, olía más a entrenador muerto que Koeman y que Peti no se acaba todos, todos, todos los caciques con cocacola hasta el final. También presentamos a Spyro, un dragón de peluche que han comprado los capitanes y que va a acompañarnos a partir de ahora porque, según entendió el cronista, necesitábamos más público en la grada de nuestros partidos.
Y con todos estos acercamientos al partido y concentración,… ¡Así nos fué! …Nos cayó la del pulpo. Ellos hacían un juego sencillo, delantera pesada y avance de metros. Nosotros esperábamos a que vinieran, poniamos pegatinas y les parabamos arriba. En los primeros compases del encuentro nos cayeron 4 ensayos, todos de delantera y de similar factura, por uno nuestro.
Las consiguientes arengas, el cansancio de nuestros oponentes por escasez de efectivos (Elías, Bonifaz y Trooper jugaron de refresco con ellos. Trooper hizo internadas increíbles entre nuestras filas) hicieron que se abrieran huecos entre nuestros oponentes y entre la pillería de Peti por la gatera y la velocidad de nuestra línea, acabamos por darle la vuelta al partido. Entre las efemérides del partido cabe mencionar que Colme se estrenó con doble ensayo, que Jota y Mito se reestrenaban después de larga ausencia; dos y tres años respectivamente. Que Jackson se retiró con una costilla dolorida después de un ensayo no aceptado por el árbitro y que a Pedro itPufo, nuestro capitán tuvo que repegarse la oreja con 5 puntos. Seguramente la tenía debilitada por el intensivo uso que hacemos de ellas ahora en la nueva época en el que este órgano ha revitalizado sus funciones como soporte y enganche de las mascarillas, las gafas, los auriculares, y en algunos casos, cigarrillos y lápices. ¡Animo a los dos!
Y después de una merecida cerveza en el campo, nos trasladamos a la estación del tren donde ingerimos unos torreznos increíbles y una caldereta de costillas y patatas de rechupete cocinadas en un caldero digno de Obélix y procedimos a los consiguientes cánticos entrando rápidamente en la fase de exaltación de la amistad. La Asociación de Veteranos de rugby Soria, mostró mucha inteligencia y velocidad de reacción en uno de los momentos del tercer tiempo. Los sorianos nos hicieron entrega de una fíbula, caballito de Soria como recuerdo del evento. Nosotros, que habíamos entregado ya nuestro recuerdo en el campo, nos vimos sorprendidos y sin capacidad de respuesta. Así que propusimos regalar a Mito como recuerdo. Rápidamente rechazaron la propuesta. Hubo, luego, por supuesto, promesas de continuidad, planes de revancha y el difícil reto de superar el tercer tiempo que los sorianos nos brindaron cuando vengan a visitarnos al Hortal.