Crónicas desde Pandora. De lo que fue el Festival de EGOR en Sevilla

Jun 21, 2024 | Añejos (+35), Crónicas aca y esc, ÚLTIMAS NOTICIAS, Uncategorized

Crónicas desde Pandora. De lo que fue el Festival de EGOR en Sevilla

Y tras muchos meses de espera y preparación, llegó por fin el jueves, 6 de Junio.
Día en el que los viejos dragones se juntaron en la estación de Atocha para partir a tierras hispalenses para participar en EGORF 24. Todos vestidos con diferentes versiones del polo negro con el dragón en la pechera. Entre los dragones, fuimos confluyendo Dago, Mito, Cejas, J.J.,  Cuadrado, Peti, Mapache, Aliaga, Paco, Coletas, Juancho, Juanín, Trooper, Geppeto, Andresen, Colme, Begines, Ayerdi, Villegas, Jorge, Fabio, Elías y un servidor, Avatar, Brasas y Wally se unirían en Sevilla.

Todos decidido a darlo todo en este singular fin de temporada.

Bueno, todos, todos … algunos ya venían mermados.  Mito ya venia tocado y haciendo uso de una muleta de Juanín (¿y qué coño hacía Juanín con muletas? Hombre prevenido), y Cuadrado que se había hecho una rinoplastia para estar más guapo.

El trayecto en tren, fue placido y tranquilo … tan solo vaciamos las existencias de cerveza de la cafetería… y apretados por la necesidad… hasta las de Cruzcampo. Los pasajeros del tren todavía deben preguntarse de dónde salían esas voces angelicales que hacían de hilo musical de otra época, estilo y corrección política.

Tras acomodarnos en el apartahotel, identificamos el que sería nuestro punto de referencia y visita recurrente. Marisquería Emilio. Tras el reconocimiento del terreno, desfilamos en riguroso uniformismo (ahora polo verde) al cocktail de bienvenida.  Junto al Guadalquivir. En un ambiente de calor propio de tierras andaluzas para estas fechas … que hacía que dudáramos de la fiabilidad de la previsión de descenso de temperaturas para los siguientes días, y que acojonaba al más plantado.  Pero eso sería a partir del día siguiente…
En el cocktail,  empezaron a proliferar abrazos, saludos y risas entre viejos amigos con gente de Fuencarral, CRC, CAR, Ciencias, Torrelodones, …. y nuevos camaradas que íbamos haciendo venidos de tierras lejanas, que hablaban lenguas dispares, pero que compartían buena parte de principios y valores.

A una hora prudente, serían las tantas de la mañana, volvimos al hotel para que pudieran recargar energía unas horas, al menos los que no compartían habitación con los que «roncaban como ornitorrincos»  (expresión acuñada por Villegas, que adopto como propia).

El viernes a una indecente hora 7.30 de la madrugada empezó la jornada. Todos arriba y en danza para ponerse las pilas, llegar a autocar preparado y en ruta a la ciudad deportiva de FC Sevilla . A esas horas lo de deportiva me sonaba más a que nos iban a deportar que a que íbamos a hacer deporte.

Nuestro primer encuentro iba a ser un partido en categoría +35. Campo 8. Contra un combinado de Badalona + equipo de la zona de Perpinyà + equipo de la zona de Edimburgo. Trinomio hermanado para jugar … (y si a nosotros nos cuesta juntarnos para jugar… como diablos lo hará esta peña).
Nos numerados… y apenas éramos 17.
Qué hostias !!!!!
Los que habían dicho que solo jugaban +50 seguían sobando. Los refuerzos del CAU… ni estaban ni se les esperaba.

Salinos con una caraja del 15.
Los badaloníes y forasteros estaban más entonados. No porque fueran mejores, qué cosas…, sino porque habrían tomado más café, trasnochado menos, no tendrían roncadores, tendrían de media 10 años menos….
Empezaron coordinados, rompiendo, haciendo incursiones con apoyos, corriendo (de qué van!!!).
Pronto empezaron a ensayar.
A los 15 min. Descanso. Un momento de complicidad puso a los dragones en marcha.
La reanudación fue parecida hasta que nos empezamos a desperezar y alguno a acabar de sudar los excesos de noche previa.
La delantera se puso las pilas y hasta el Sardo ensayó !!!! Además de un efectivo Copito que hizo gala de su enorme talento.
Al final creo que el tanteo fue unos 5 a 2.
A destacar como los dragones aún bostezando empezaban a estar activos.

Tras un par de horas eternas teníamos el primer partido con el equipo de +50. Campo 1.
Ahí, empezaron a llegar algunos de nuestros más veteranos (Villegas, Ayerdi, Gepe, Wally, ….) y los del CAU (5 creo).
Teníamos enfrente un combinado local. Mairena.
Coño, cómo molaba ver que estos iban como muchos de nuestros delanteros. Al trote cochinero. Que sí, que llegaron a ir al torre.
Empezamos dando protagonismo a los recién llegados.  Bueno a ellos y al grueso de los que habíamos participado en el +35.
El oval circulaba con fruición por ambos equipos.  Ahora se le caía a uno, luego al otro…
No recuerdo el marcador de tanteo, sí que empezaron las bajas. Juer, pronto empezamos.
El equipo local estaba animado y envalentonado por la afición local. Multitud de refrescos…. para luchar contra los dragones y CAUs (por cierto, estos ponían ganas… aunque con mucho juego endogámico, las cosas como son).
Al final, el tanteo a favor de los de Madrid. Creo.
Ensayó hasta el Coletas.  Eso era antesala de que debería cumplir con la arraigada tradición de rendir tributo con la coreografía de «a la que te chumba chamba chumba»).

Tras un breve descanso, y un parte de bajas relevante…. empezó el segundo partido +50. Contra un conglomerado de gallegos y andaluces de zona costera.
Aunque iban con ganas, ya nos pillaran entonados. El partido era ágil. Dinámico. Intenso.

Copito hizo un buen trabajo ensayando en dos ocasiones.
El tanteo a favor de Añejos.

Siguieron cayendo efectivos.
De los 5 del CAU, sólo quedaba 1 … y tocado.
Gepe con conmoción.
Colme con una presunta fractura desalineada de cubito y radio que requirió que le escayolaran desde las uñas hasta la barbilla.

Las cosas como son.
El resto drogándonos con analgésicos y antiinflamatorios. Vía oral o tópica. Si alguien lo quería vía rectal, fue prudente y se lo calló.

El calor no mataba, pero el esfuerzo acumulado y el poco descanso, hacía mella.

A las 3, teníamos el segundo partido +35
Con más hambre que el perro de un ciego….
Nos plantamos en el campo 12 jugadores. Bonito número para un torneo de mús, pero para el rugby… pelín justos.
En frente un equipo de Touluse. Muy motivados. Con una media de edad de 38-40 vs … un equipo de gente con tiros pegados .
Su equipo para más inri se reforzó y jugaba con reservas. Qué sobrados. Su 2° partido. Con 15 años menos…. y con reservas.
La verdad que jugaban bien. Y fueron claramente superiores.
Llegó un punto que en algunas jugadas podíamos hacer poco más que ver como corrían, mientras nosotros apenas arrastrábamos los pies.

Bueno el partido acabó. Sin más.  No sé. Mucho a poco imagino.
Ahí, ya decidimos que íbamos a borrar el +35, y camuflar a Paco y Dago como +50. Total, están tan para el arrastre como el resto.
Eso … y que los límites de años algún equipo se lo salto con chavales que apenas se afeitan.

Sabía decisión.

Para el último duelo del día, +50 faltaba un rato. Contra un equipo inglés… a última hora. Con retraso. Empezamos a eso de las 7.

Los prolegómenos del partido auguraban que íbamos a disfrutar. El talante de estos hijos de la gran Bretaña decía que tenían claro que venían a disfrutar.
Bromas iniciales en la conversación con el referee (un abuelito británico entrañable que sabía latín).
En partido fue diputado e intenso.  Creo que sin muchos cambios.
Defensas férreas y aguerridas.
La fortuna, y el juego a la mano, permitieron a un servidor, Avatar, ensayar dos veces. Una en cada parte.
Dejando un marcador 2 a 0.

Gran final de la primera jornada.

Tras una reconfortante ducha en el hotel, ahora luciendo otro trapito, la zamorana técnica, nos fuimos a cenar.

Una muy buena cena, amenizada con todo un extenso repertorio de cantos populares. La mayoría no pasarían la más mínima censura.
Entre el repertorio, la canción para la performance de Coletas.

Las horas iban pasando y los cuerpos pedían guerra.
Salimos buscando abrevaderos donde calmar la sed.
Los más ansiosos se metieron en el primer garito.
Yo, que soy fácil engañar, me perdí de garito en garito con Juanín y Elías hasta hora de maitines del día siguiente.
Lo tenía claro. O llegaba agotado o no iba a poder pegar ojo con los ronquidos de Dago.

La jornada siguiente fue de asueto. Recorrimos numerosos sitios turísticos por Triana y la zona de la catedral, probando en cualquier ocasión cervezas, vinos, finos, gin n’ tonics, …. jornada de maratón. Que acabo con nuestros cuerpos semiembalsamados en CH3-CH2OH.

Si el viernes el día empezó a las 7.30… el domingo fue incluso más exigente. A las 7 de la madrugada, todos arriba. … bufff qué horas….
A esas horas no había un mal tugurio en el que ir a implorar una dosis de cafeína.

El primer partido empezaba las 9. Y el bus nos dejó a las 8 en las instalaciones.  La fortuna quiso que una cafetería allí nos diera algo para desayunar y empezar a despertar.

Llegamos al campo. Nuestros primeros rivales del día sería un equipo alemán, de Frankfurt. Mientras nos mirábamos con caras de «qué hostias hacemos aquí», veíamos que en la zona contraria, los teutones, con una tremenda disciplina calentaban y se preparaban a consciencia.

La madre que los parió… sólo verles uno ya se cansaba.

Nosotros … como empezaba a ser costumbre … íbamos con efectivos justos. Del CAU, solo apareció un futuro dragón Osvaldo…. no sé si ya lo ha asumido, pero ya se le marcan las escamas…

Tras pegar un par de bramidos (obligaciones de la capitanía) nos pusimos poco a poco en danza. Teníamos que calentar, pero dosificar las limitadas fuerzas que nos quedaban para un largo día de rugby.

Nos volvía a arbitrar el gentleman inglés.

El partido empezó con ambos equipos tanteándonos. Intercambio continuo de envites de ambas partes. Aunque nobles en su juego, … tenían las líneas menos firmes de lo que habíamos intuido de su ordenado calentamiento.

A la que los Añejos empezaron a sudar los excesos del día anterior, sus destellos empezaron a lucir. Hubieron jugadas muy orquestada, juego a la mano, redoble, cruces, …  la magia surgía…  y nuevamente Avatar ensayó por partida doble.
El segundo ensayo, culminando una jugada de equipo de enmarcar.  Una jugada en la que hasta Mapache y Cejas hicieron de 3er y 4o centro, ampliando la línea hasta el banderín.
El equipo prusiano no se vino abajo, no obstante e hizo gala de su compromiso y disciplina demostrada desde el calentamiento para darlo todo hasta el final del encuentro.
El encuentro concluyó con un lucido 2 a 0…

El partido se había cobrado una víctima. JJ tuvo que salir del campo rumbo a una ambulancia. Tenía la caja torácica hecha añicos.  Se lo llevaron en ambulancia, acompañado por Andresen en una ambulancia con las sirenas a todo meter.
Por lo menos 3 costillas rotas, pero como es un tío grande … solo se quejaba un poco. Ni una lágrima derramó el tío.

Para el siguiente partido deberíamos esperar unas 2 horas. Tiempo suficiente para buscar algún rincón / césped (que no era césped, sino grama) donde tumbarse y recuperar un mínimo de vitalidad, para ver el despliegue mediático al empezar la parte femenina del festival, para ver partidos de otros equipos en los diferentes campos, ….

En los deambulares entre campos, entre las 2.400 personas que éramos en el festival, me cruce con el entrañable referee que nos había pitado varios encuentro que me dijo » Mornin’, you are the second best team I’ve seen in this festival.  There is an Argentinian that plays so beautiful… but yours is the second best». Toma ya!!!
Chute anímico con un reconocimiento de referencia.

El segundo encuentro sería contra una escuadra italiana. Nuestro sardo aprovechaba para practicar su casi oxidado italiano. Por las caras de los transalpinos, Fabio debía decir el mismo tipo de cosas que suelta en castellano, barbaridades.

Poco antes del partido, llegó Andresen con JJ. En el hospital el diagnóstico fue un bochornoso, «este chaval no tiene nada, un golpe». Las reacciones de alegría y descojono se mezclaban…. y el apodo de «costillitas» empezaba a fraguar.

Este partido, a petición de «Caballo» de CAU, lo jugamos con sus colores, partido en el que quería jugar con pantalón rojo 5-10 min, con dos sobrinos suyos, y el casi dragón, Osvaldo. Reducida representación para que todos vistiéramos su elástica. Imagino que quieren preservar la presencia testimonial de CAU en el evento.

Empezamos el penúltimo partido. Pronto los italianos demostraron que no habían venido de turismo. Si nosotros habíamos colado a dos de 47 y 48… los italianos o colaron algo más, o alguno debió hacer un pacto con el diablo para congelar su reloj biológico bastantes años antes de los 50.
En cualquier caso, la superioridad italiana en físico, entrega e intensidad no tardo en reflejarse en el marcador … en un partido en el que nos regalaron algún atuendo complemento de moda italiana (corbata) que calentó los ánimos. Pero no tanto como el exibicionismo de un imbécil que yendo solo en zona de ingoal posó haciendo una palometa fuera de lugar. 
El partido se decantó clara y justamente del lado italiano con un 2 o 3 a cero.
Un partido, el séptimo del festival para algunos de nosotros, en el que defendimos como propia la elástica del CAU.

A estas alturas las fuerzas ya estaban bajo el umbral de la reserva.
Algunos proponían informar a la organización de que suspendieran el último partido previsto a las 3, e irnos a darnos un homenaje gastronómico. La propuesta no fraguó.

Siguieron los paseos entre campos de batalla sin rumbo muy marcado (salvo aquellos que acudieron a la fregoneta de Wally y metieron de estraperlo cervezas a nuestra zona de descanso).

A la poco más de media hora de empeñar el último y definitivo partido hicimos recuento de efectivos.
Justos, muy justos, demasiado justos.
CAU borrado del mapa, nuestros lesionados en la banda, el resto…

Llego el rival. Provincias Argentinas. Fueron llegando 10, 20, 30, 40, 50, … entre jugadores (unos 30) y familiares que habían venido a Europa para aprovechar la excusa del festival.
Nos llegó info a través de Osvaldo (de origen de aquellos confines) que eran muy potentes, entre ellos algunos exPumas.

Viendo los que éramos fuimos a buscar algún apoyo para llegar a ser al menos 15 en el campo. Pocos fichajes. Un francés de 2m y 120 kg con quien habíamos jugado el primer partido. Quien al ver al rival le cambió el semblante.
Pero qué hostias  ….!!!!
Nos arbitraría nuestro referee reincidente, que me saludo con un «Fernando do you recall I told you there was an Argentinian team that plays really beautiful?. They are.»
WTF !!!

Empezamos el calentamiento dopándonos con antiinflamatorios y analgésicos vía oral y bálsamo de caballo (del que se usa en las carreras de equinos para calentar sus músculos, lmqlp como quemaba). Estiramientos, pase de balón, concentración, mínimo de dinámica general de juego. No podíamos gastar unas fuerzas que ya casi no teníamos.

Empezó el partido. Con Añejos SUPERMETIDOS. Los primeros 10 min se jugaron casi en su totalidad en campo argentino.  La intensidad y entrega era legendaria. Creo que sorprendimos a todos los asistentes, también al rival que no esperaba esa intensidad en defensa y en ataque. Juego duro, limpio. Intenso.
De tremendo desgaste.
Llegamos al descanso en tablas.
Nuestras fuerzas mermaban.  Las suyas se refrescaban con efectivos de la banda.
Nosotros mirábamos a nuestra banda … algún delantero pudo respirar, la línea no teníamos relevo. Hacíamos uso de delanteros en la línea, como Jorge de Aranda. 
Si la primera parte se jugó casi toda en su campo, la segunda fue al revés.
El tiempo avanzaba, pero muuuy lentamente.
Cuando apretaron un poco más, encontraron huecos por las bandas donde ya no llegábamos ni para poner pegatinas.
Justa victoria de los argentinos por dos tantos a cero.
Sin duda el mejor partido de los Añejos en mucho tiempo.
Para Mr. referee el mejor partido que había visto en esa edición del EGORF.

Merecido broche final para el torneo y, salvo sorpresa, a la capitanía de un servidor y de Costillitas (antes conocido como JJ).

Al acabar, tras fotos de rigor y cantos de XVH, revivimos  una dramática vivencia. La protagonizada por Marcos Cobo hace … ¿7 años?.  Ragnat, centro del equipo argentino se desplomó por parada cardíaca.  Momentos tensos.
A mí me pilló con Fabio Gómez, capitán de si equipo. Reconocíamos en las caras argentinas las nuestras en Santander. Abrazos de apoyo y ánimo. Personal sanitario haciendo reanimación. Placas.  Chispazo…. segundos, minutos, … eternos.
Palabras de aliento.
Lo resucitaron. La tensión desbordó con abrazos y lágrimas de la propia tensión.
Esto sí que es un FINAL FELIZ.

Enfilamos al hotel, tras esperar que Peti pitara un partido. En el metro cánticos que divertían y/o incomodaban a todos los pasajeros.

Tras un breve rato de descanso, nos volvimos a enfundar la zamorana técnica para ir a la cena de gala.
Mi reconocimiento a la organización de una muy buena cena servida a 2.400 personas !!!!
Buena comida, vino abundante, compadreo con otros equipos, …. extraordinaria clausura.

Volvimos al hotel, algunos apuramos las últimas opciones de tomar alguna copa antes de descansar.

El lunes, jornada de regreso. Algunos, los menos, pudieron cambiar billetes y salir antes. Los que nos quedamos un poco más, guiados por Cuadrado, conocimos algunos encantos de Sevilla y «los del Río», de los que aprendimos que un sombrero no se deja ni en la mesa ni en la cama que da mala suerte (habrá que hacerse supersticioso para cumplir esa regla, digo yo).

En el trayecto de vuelta nos llegaron noticias de que la fractura de Colme no era tal. Una mera contusión. La putada de haberse perdido el EGORF por un falso positivo… iba a ser poco comparado con la chanza.

Ya tenemos dos nuevos motes «fisurita» y «costillitas».

Maravillosa experiencia.

Sois ENORMES, Añejos!!!!

Fernando San Martín «Avatar».

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