Recuerdo, con mucho cariño ahora, como usaba a veces mi madre el saber popular, cuando sus 4 hijos al unísono, o como solistas, andábamos quejándonos de lo que fuera. Y ella venía a decir: “Bueeeeeno, no hay mal que cien años dure… (desde detrás del periódico, Matías mi padre, se daba gusto en completar la sentencia) …ni cuerpo que lo resista Magdalena, ni cuerpo que lo resista”. Tenían razón, lo que no quita que, a nosotros, por razones muy simples, aquello no nos aliviara el malestar de la protesta en aquel momento.
Finalmente, los males solían pasar, y pasarlos juntos forjaba la solidez de una familia que junta era invencible. Traigo aquí hoy el primer capítulo, de los que serán muchos del final y después, de la diáspora del XV de Hortaleza, que ha sido larga, pero no de un siglo. Y del regreso de Añejos a su cueva. De nuevo la familia UNIDA Y EN CASA.
La reinauguración de la cueva, no podría haber contado con mejores adversarios que los Señores Torreznos. Y la fecha, 28 de octubre, aún contraprogramada por RWC, avecinaba un encuentro de excelencia. Si bien el gris del puro clima de rugby y la deseada amenaza de lluvia se disiparon con muchos ratos de sol, la temperatura si fue perfecta sin pasar de los 15 grados, lo que siempre se agradece. Verde nuevo y muchas muchas ganas de hacerse a él.
Por parte de Torre, una buena representación, habiendo dejado caer por nuestro feudo en torno a 30 amigos. De los nuestros, aunque costó algún que otro tirón de orejas y que Pedro tocara el cuerno, finalmente entre apuntados y no apuntados asistentes, se pudo contar con un número más que decente de viejos dragones, con reincorporaciones que alegraron mucho al personal y hacen de la cueva un lugar aún más grande, y con nuevos dragones que van reforzando este nido de Rugbiers.
Doy fe de los que yo pude reconocer en el campo: J.J, URKO, Mito, Avatar, Santi, Pedro, Juancho, Fernando L, Joseba, Alberto S, Paco, Teacher, Renacido, David Boy, Trooper, Kike, Cuadrado, Donaire, JuanPa, Miguel M, Nenuco, Cubilete, Geppeto, Crespo, Marcos S, Villegas, Ayerdi, Pedro Maño, Caba, Jackson, Puma, Rafa y yo mismo. Pido disculpas si alguno se me escapa, tiene mi palabra de una cerveza para compensar.
El choque se había previsto con muy buen tino en un formato poco habitual, planificando tercer tiempo posterior, al uso, faltaría más, y además un tercer tiempo previo extraordinario para +50, que hizo volver al redil a varios hijos pródigos reenganchados al juego con notable felicidad por su parte, y la del club. Mención especial para el maestro Geppeto, que por fortuna para los novatos no va a conseguir desengancharse de esto. Se inició la tarde con estos 20 minutos exclusivos de los más veteranos que, a pesar de las escasas previsiones, juntaban por nuestra parte 18 Añejos, con Crespo, Santi y Puma por encima de 60 (no los aparentan) y el record del día el Torrezno Cafelito, de 72 primaveras en canal. ¡Que les quiten lo bailao!.
En entrevistas concedidas por algunos de los protagonistas y expertos varios que no voy a nombrar, se llega a la conclusión de que hubo bastante igualdad en lo físico, y en lo divertido del choque que hasta consiguió disolver alguna placa de ateroma que ya parecía condenada a provocar desgracias. Sin embargo, hay que señalar que Añejos entró en al choque, y cito: “con una caraja de escándalo”, lo que, unido a la falta de entreno y tablas como grupo, fue penalizando a los nuestros. No obstante, a pesar de la disciplina Torrezna rearmándose en defensa, jugando a la espalda que propició varias roturas de nuestra línea. Se hizo un tiempo muy competido, con un marcador más que ajustado (una sola marca, Torrezna, eso sí), sin lesiones y bastante bien avenida. Buena iniciativa que sin duda debe repetirse.
En el descanso La capitanía, que había advertido el modo siesta/pitorreo general (la edad y la hora no perdonan) leyó la cartilla a la tropa, y la cosa funcionó; abierta la veda a los jóvenes +35, Añejos salió a morder encerrando a Torreznos durante todo el primer tiempo en su campo, con los debutantes, Kike, Alberto, Miguel y Urko haciendo labores más que notables en sus posiciones. La delantera trabajaba, sin descoserse, vigilando bien el balón, con las bocas cerradas y dureza. Pedro daba seguridad en la salida de balón y cerrando huecos, Miguel percutía contundente, los habituales de entrenos y partidos cumplían (señalar que en general con poca jugada ensayada), y algún “inesperado a partir del minuto 10” aguantando a pesar de rodillas y demás engranajes al límite. Enlazando maul tras maul el oval llegó a Fernando (cuajaba éste un partido enorme) para lo que pareció ser marca, con varios contrarios encima la autoridad no vio ensayo, a otra cosa. Siguió la igualada eso sí, solo en el marcador, porque el XV seguía apretando y encerrando a Torrelodones en su feudo con varios arreones casi coronados. Tanto así que poco después de esta internada, esta vez en un balón abierto a los centros, Urko, fintando a varios contrarios conseguía estrenarse en su debut. Las reglas de la categoría, quizá un poco añejas para nuestro nuevo incorporado, se encargaron de desdecir al público y resto de Añejos que cantábamos la marca, faltó el pase en 22, queee le vamos a hacer. De nuevo en blanco.
En la segunda parte, pesó la falta de premio de la primera, y con algunos minutos de capitanía in pectore, se intentaba mover el oval a los extremos sin llegar, se incurrió más en las subidas lentas de defensa que ya se acarreaban del primer tiempo, y Torre se fue adueñando del juego en el centro con una contundencia en su delantera que finalmente dio premio a su gente. Debimos también lamentar en este periodo la lesión de Jackson, que hasta su marcha daba aire al equipo en cada balón que tocó. Hubo, como suele suceder, algún “intercambio de impresiones poco reglamentarias” y alguna invitación arbitral a adelantar la ducha, pero eso quedó para la grada y el tercer tiempo donde sin lugar a duda todo se analizó convenientemente.
El tercer tiempo contó con un despliegue acorde a la ocasión, tanto por el reestreno de cueva, como por merecimiento de nuestros invitados. Con unos entrantes más que dignos, cerveza “suficiente”, y el oficio de liderazgo de unas buenísimas migas de Carmen con ayuda principal de Pilar que dejaron un excelente sabor de boca a todos (con catador manchego cuidado). Hubo algunos canticos, halagos, entrega mutua de presentes (Añejos con su innovación ya está al nivel que debe) y consenso y discrepancia sobre la tarde en un buenísimo ambiente. Para cerrar la jornada, gracias a Manu, otra vez, se pudo ver como postre del plato fuerte previo, a los finalistas del mundial donde Añejos estaba también presente con uno de sus integrantes.
Agradecer especialmente a las mencionadas; Carmen y Pilar por su trabajo de cocina y organización, a Cuadrado por su coordinación con el club y apañatodo general, Fernando como Fenicio ocasional, a J por su profesionalidad, paciencia y gratuidad en el arbitraje, PI y Larios sus fotografías que tanto nos gustan y el TMO que nos devuelve la ilusión a pesar de todo, Manu y su logística televisiva, Nacho, Elena, Urko, Donaire…y disculpas a quien pueda olvidar. En todo lo que hizo falta, que fue mucho, no faltó una mano en ningún momento.
Orgulloso Añejo, Copito
AUPA XV